Nada más alejado de esta actitud que Antonio Maura, del que Frontera reedita el «Ideario político», una inteligente selección de reflexiones del liberal conservador realizada en su momento por un seguidor suyo, el alicantino Juan Bautista Catalá Gavilá. De vivir en un país menos obsesionado con la negación de su propia historia, Antonio Maura sería uno de nuestros grandes referentes históricos. Es cierto que su actitud en los años 1910-1920, esquinada e hipercrítica, no contribuyó a encauzar la crisis de la monarquía constitucional hacia el régimen parlamentario. Tampoco fue nunca partidario de (supuestas) soluciones autoritarias y, sobre todo, esa misma actitud debe ser entendida a la luz del fracaso de su proyecto un poco superficialmente tildado de regeneracionista y que, en realidad, fue la propuesta más seria de democratizar el liberalismo que se hiciera en su tiempo en nuestro país.
Publicado el 3/1/2022.
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