Mauras hay muchos. Casi todos meritísimos. En esa lista cabe el propio director de opinión de este periódico. Pero me sucede que cuando escucho ese apellido no puedo más que pensar en Don Antonio. De ahí el título con el que encabezo estas líneas dedicadas a la reedición de su Ideario Político.
Mis años de tesis doctoral me sirvieron para aprender de él y de sus seguidores, los mauristas, que modernizaron e incluso refundaron la derecha española contemporánea durante la Restauración. Me gusta recordar que el Estatuto Catalán, aprobado durante la Segunda República, lo discuten dos de ellos, desde puntos de vista contrarios: Antonio Goicoechea y Ángel Ossorio y Gallardo.
Antonio Maura (1853-1925) fue presidente del consejo de ministros cinco veces. Sólo Cánovas del Castillo, que lo fue en seis ocasiones, y Ramón María de Narváez y Práxedes Mateo Sagasta, que lo fueron en siete, le superaron. Como todos ellos, es poco conocido por el gran público. Victoria Ortega Benito, consejera del Consejo de Estado, presidenta del Consejo General de la Abogacía Española y de la Asociación Unión Profesional, le mencionó no hace mucho en el Parlamento para recordar que con él nació el sistema público de pensiones. Siendo presidente fundó el Instituto Nacional de Previsión.
Publicado el 19/03/22
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